Todo comenzó en julio de 2005, cuando Murielle, fundadora de Malinali Travel, llegó a México para realizar un voluntariado en Michoacán. Lo que pensó sería un año, se convirtió en una vida. Tras esa experiencia, puso rumbo a Chiapas, donde su corazón encontró hogar y propósito. Empezó a organizar viajes para agencias belgas, caminando durante años un sendero solitario, entre cafetales, montañas y comunidades que le enseñaron a mirar el mundo con otros ojos.

Pasaron diez años antes de que Addy se uniera al proyecto. Juntas decidieron fundar la fundación Maya Be, con el deseo profundo de devolver algo a las comunidades que les compartieron su tiempo, su conocimiento y su territorio.

Una década más tarde, comprendieron que el camino, aunque bello, se vuelve más fértil cuando se anda en compañía. Fue entonces cuando Claudia, con su entusiasmo por la comunicación y las ventas, y Gabriela, con su sensibilidad como guía, se sumaron a esta danza de caminos compartidos.
El encuentro con la Iniciativa Global de Turismo Regenerativo abrió nuevas puertas. Murielle se sumergió en este movimiento y más tarde, Addy y Gabriela también.
Hoy, Malinali Travel es mucho más que una agencia: es un ecosistema vivo de vínculos, de aprendizajes compartidos, de dar y recibir, donde cada persona —viajera, guía, anfitriona, sembradora— es parte de una red que florece con cada encuentro.