Empezamos el día con un viaje hacia el pasado de San Cristóbal de Las Casas: como nació la ciudad colonial y cuales han sido sus diferentes ciclos de transformación hasta llegar a la ciudad que es hoy en día. Visitamos iglesias, plazuelas y algunos de sus mercados y compramos velas, dulces, flores para hacer una ofrenda en la noche.

En la tarde nos instalamos en unas cabañas cómodas en el valle de Ocosingo, a unos pasos del sitio de Toniná. Terminamos el día armando nuestro altar y en círculo hablaremos sobre la ciclicidad de la vida.

Temprano por la mañana subimos al sagrado cerro de Toniná. A través del lenguaje de sus piedras, la antigua ciudad, nos proyecta la imagen de un pueblo guerrero. La obra maestra del sitio es el Mural de La Muerte, que nos muestra la leyenda de los soles cosmogónicos y el ascenso del inframundo a la tierra.

En la tarde disfrutamos de una caminata con nado en río.  Cerramos el día con un ritual de temazcal.

Nos dirigimos a los Altos de Chiapas para visitar primero el cementerio y la iglesia de San Juan Chamula para luego llegar a la casa de una familia indígena Tzotzil en Zinacantán. Juntos preparamos el altar y la comida para el Día de Muertos.

Por la noche nos dirigimos al campo santo del pueblo donde admiramos los increíbles arreglos florales y las personas vestidas con coloridos trajes bordados con flores.

Partimos temprano hacia el cerro sagrado del campo santo de El Romerillo donde las familias chamulas se reúnen alrededor de las tumbas adornadas con ramas de pino, flores, frutas y velas. Ofrecen incienso, refrescos y un licor de maíz elaborado localmente a sus amadas almas y tocan música tradicional. 

El segundo cementerio que visitamos hoy es el de Amatenango del Valle, un pequeño pueblo tzeltal. Notamos un ambiente mucho más solemne.

Visitamos a unas mujeres alfareras tradicionales y con ellas hacemos un taller de barro.

En la mañana metemos las manos en la masa para elaborar el típico pan de muerto chiapaneco. Terminamos nuestro viaje con una comida típica.